martes, 17 de abril de 2012

Manifiesto del Día del libro en Castilla-La Mancha

Para este año me han pedido que sea yo quien escriba el manifiesto del Día del libro en Castilla-La Mancha.

Aquí lo tenéis, aunque me ha salido un poco apocalíptico...




Estos últimos días ando preocupado. Apenas duermo desde que mi vecino me contó que el 21 de diciembre, coincidiendo con el solsticio de invierno, se va a acabar el mundo.

Por lo visto es una predicción maya, o de Nostradamus —eso ya no supo aclarármelo—, pero vamos, que es seguro. El 21 de diciembre, sanseacabó.

«Así que tenemos ocho meses escasos —me dijo—para hacer todas las cosas que nos quedan por hacer.»

Yo, inmediatamente, pensé en los libros. Mi vecino tenía razón: en ocho meses me iba a resultar imposible leer todos los libros que aún no he leído. Y son tantos que no sé de cuáles prescindir. ¿Me centró en los clásicos o en las novedades? ¿En los libros de habla hispana o en los de lengua extranjera? ¿En la literatura infantil o en la juvenil? 

¿Y qué hago con las relecturas, con todos esos libros maravillosos a los que prometí volver algún día, como quien visita a un amigo?

No recuerdo cuál fue mi primer libro. No sé en qué circunstancias pudo caer en mis manos ni el motivo que me llevó a abrirlo y a pasar sus páginas. Probablemente la curiosidad, o el deseo de imitar a mis hermanos mayores. A lo mejor me estaban saliendo los dientes y necesitaba morder algo. No lo recuerdo, pero tras ese primer libro hubo otro, y después otro, y otro más…, hasta hoy.

Y la verdad es que no sé qué habría sido de mí sin ellos, sin todos y cada uno de los libros que he leído. Sería otra persona, sin duda. Alguien totalmente distinto, con menos palabras y menos recuerdos.

¿Cómo ser el mismo sin haber visto una puesta de sol desde el asteroide B 612, sin haber encontrado muerto a Platero un mediodía, en su cuadra, o sin haber compartido "Adivina cuánto te quiero" con mi hija?

Mi hija…, tan pequeña que aún no sabe leer. ¿Cuántos libros se va a perder?
Menos mal que cada noche, desde siempre, le hemos leído un cuento antes de dormir…

¡A partir de ahora, serán dos! 

Y si se acaba el mundo el 21 de diciembre, que nos pille en la biblioteca, como todos los viernes.




Roberto Aliaga
Escritor de literatura infantil